lunes, 29 de diciembre de 2014

28-D INNOCENTIUS



Ayer celebramos nuestro día: el de todas aquellas personas afectadas por la hipoteca, y el de tantos otros trabajadores, a las que un día nos tomaron, y nos siguen tomando, por inocentes. No somos víctimas de ninguna crisis, sino de una estafa.

Estamos malviviendo. Sufrimos depresiones, estados de ansiedad. A la pérdida del empleo y las situaciones personales y familiares que nos llevaron a no poder pagar la hipoteca se unen el acoso por parte de los bancos y una legislación que no nos permite rehacer nuestra vida. Esta situación afecta también gravemente a nuestra salud y ha empujado a situaciones extremas a muchos de nuestros compañeros. No es de extrañar que el suicidio sea ya la primera causa de muerte violenta en España.

Cada vez son más los afectados que pese a tener un empleo no pueden hacer frente a la hipoteca. El trabajo precario, sin condiciones dignas, y la falta de estabilidad laboral nos impiden planificar nuestras vidas y nos empujan igualmente al desahucio. A esto se suman el desmantelamiento de los servicios públicos, los precios e impuestos que suben mientras menguan nuestros salarios y la falta de oportunidades que padece nuestra juventud, sin opciones de labrarse su propio futuro.

Esta Navidad, mientras nos enteramos de que Alcalá de Henares será una de las localidades españolas que más gaste en el alumbrado navideño, muchos de nuestros vecinos y vecinas sufren diariamente cortes de luz, agua y gas. Oímos hablar de buenos deseos, cuando muchas familias de nuestra ciudad no pueden cubrir sus necesidades más básicas.

Nos sentimos abandonadas por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, que aprobó en un Pleno la creación de una comisión de seguimiento de las personas en riesgo de desahucio de la que únicamente se llevó a cabo una reunión, hace ya tres años, y que ha sido olvidada por el Consistorio.

Lejos de promover el alquiler social y la vivienda pública, desmantela la Empresa Municipal de la Vivienda y pone en venta a fondos buitre viviendas públicas, construidas con el dinero de todas, con sus inquilinos dentro, que no saben qué ocurrirá cuando venzan sus contratos.
Nos sentimos maltratadas por la Concejalía de Servicios Sociales: una institución que supuestamente tendría que contribuir a paliar nuestra situación, pero de la que solo recibimos malas palabras, malos gestos y malas formas.

Somos tratados como delincuentes: en lugar de con soluciones, nos reciben con la policía en la puerta, cuando acudimos con alguna persona afectada. Esta criminalización es inadmisible en una administración pública y además viola derechos fundamentales.

Sufrimos, además, actitudes xenófobas por parte de la misma administración local, cuando ellos mejor que nadie deberían saber que todas somos iguales ante la ley y tenemos, sin distinción, derecho a igual protección. Aunque tampoco recuerden que todas las personas tenemos derecho a una vivienda digna.

Porque no toleramos más inocentadas y condiciones indignas de vida, exigimos:

-         La creación de un parque de vivienda de alquiler social con viviendas pertenecientes a los bancos
-         Que se sancione la tenencia de propiedades por parte de los bancos de cientos de viviendas vacías y en desuso
-         Que el Ayuntamiento tome medidas de manera inmediata para asegurar los suministros energéticos de las familias de nuestro municipio
-         La activación de protocolos de emergencia municipales para que la atención social se aborde desde una perspectiva igualitaria, no discriminadora e integradora, como es deber de toda administración pública
-         La sensibilización por parte de Servicios Sociales con la dramática situación que atraviesan cientos de familias.














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