lunes, 9 de septiembre de 2013

Dos meses sin deuda pero sin casa

A finales de junio nuestros compañeros Raúl y Nuria firmaban con su banco la dación en pago por la que llevábamos peleando meses. En sus circunstancias, con dos hijas y con unos ingresos mensuales de 354 euros, ya fue un logro para ellos deshacerse de su deuda. Pese a que firmar la dación en pago significó para ellos perder su casa.

Junto con la dación solicitamos a Bankia un alquiler social. Ni el tener a su cargo a dos  menores (una de ellas con una discapacidad del 70%) ni su situación económica (sus únicos ingresos son los que perciben de la Ley de Dependencia) fueron merecedores, en opinión de Bankia, de una vivienda social.

Tampoco la Concejalía de Servicios Sociales, con la que nos reunimos antes de que perdieran su casa, les ha ofrecido hasta el momento ninguna solución, más allá de abonarles el primer mes de alquiler de una hipotética vivienda que con sus ingresos les resulta imposible alquilar. Desde el mes de junio Raúl y Nuria viven separados, cada uno en casa de sus padres, ella en Alcalá, con sus hijas, él en Coslada.

Este martes (sucursal de Bankia de la Calle Entrepeñas, s/n) exigimos a Bankia un alquiler social para Raúl y Nuria. Su situación personal, económica y familiar es condición suficiente para acceder a un alquiler social; si realmente es “social”.

Mientras desde la banca y los medios nos quieren hacer creer en el fracaso del Fondo Social de Viviendas, asegurando que no reciben solicitudes de las familias desahuciadas, familias como las de Raúl y Nuria continúan sin respuesta a su petición, rotas por culpa de los abusos de la banca y el consentimiento de los poderes públicos.  

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